El maravilloso mundo de las publicaciones
- Lorena Sánchez
- 12 ago 2018
- 7 Min. de lectura
“El trabajo del científico no es el descubrimiento en sí, sino la difusión y el impacto que tiene. Un paper bueno puede cambiar el mundo, pero tiene que estar publicado, sino ¿cómo lo cambia?”-Flavio Salazar.
La primera vez que escuché hablar de Google Académico fue cuando estaba terminando el colegio. Estaba realizando mi proyecto de grado en salud y nutrición, cuando uno de mis profesores me recomendó usar este buscador. La verdad, no sé por qué motivo ignoré completamente la recomendación y pasé por alto todo lo que tenía que ver con bases de datos. Sin embargo, el lunes pasado por cosas del destino, volví a enfrentarme frente a frente con Google Académico, y quedé realmente sorprendida con esta plataforma.
Pero ¿qué es Google Académico? Es un buscador de la compañía Google, que permite localizar trabajos científico-académicos, como tesis, resúmenes, reseñas, investigaciones, libros, artículos, entre otras publicaciones. Pero lo que hace especial a esta base de datos, es que toda la información está verificada por pares académicos, por lo tanto, es confiable.

Además, cuenta con cientos de herramientas que facilitan la búsqueda de información. Por ejemplo, están los filtros que permiten organizar la información por fecha, palabras, localización, entre otros; existe también la posibilidad de conocer el perfil del investigador, de encontrar artículos relacionados con nuestra búsqueda, de citar y referenciar el trabajo en APA e ICONTEC y de crear alertas al correo electrónico sobre temas de nuestro interés.
“A hombros de gigantes”
Pero, sin duda, lo que más me llamó la atención de esta plataforma, fue su lema: “a hombros de gigantes”. Esta frase viene del aforismo atribuido a Isaac Newton (1. Ver notas al final) : “si he logrado ver más lejos, ha sido porque he subido a hombros de gigantes”. Esto quiere decir que los avances, las investigaciones, los estudios y conocimientos se deben a los aportes de otras personas que precedieron el trabajo.
Esta frase fue escrita en una carta dirigida a Robert Hooke (2) aproximadamente en 1676, en la cual Newton hacía referencia a los aportes de gigantes como Copérnico (3) y Galileo (4), tal como se pudo evidenciar años después en el libro publicado por Stephen Hawking (5) A hombros de gigantes. Sin embargo, esta frase está registrada mucho antes de Newton y aparece en obras de Mersenne (6) , Luis Vives (7) y Salisbury (8) quien le atribuye la frase a Bernardo de Chartres (9).
¿Y por qué hago referencia a esta frase? Porque nosotros debemos basar nuestro trabajo en hombros de gigantes, de información verídica y confiable, para poder ver más allá y entender lo que hay detrás de las cosas. Recuerden que la información es la materia prima para producir conocimiento.
Por esto, un verdadero trabajo de investigación radica en buscar las fuentes y las publicaciones que puedan enriquecer nuestro proyecto, en encontrar información verificada, evaluando y clasificando los datos para evitar caer en sesgos y mentiras. Para esto, se deben usar buscadores académicos o sistemas de bases de datos, como el ofrecido, en este caso, por la universidad, pues contienen documentos actualizados y de calidad.
“Tener una idea no es más importante que publicarla”
Y ya que menciono las bases de datos, les quiero contar un poco acerca de las publicaciones. Estas son aportes al ámbito científico y académico, que permiten dar a conocer investigaciones, estudios y conclusiones, para evaluar o generar más conocimiento. Flavio Salazar, vicerrector de Investigación de la U. de Chile dijo que “el trabajo del científico no es el descubrimiento en sí, sino la difusión y el impacto que tiene. Un paper bueno puede cambiar el mundo, pero tiene que estar publicado, sino ¿cómo lo cambia?”. Recuerden la frase que nos repitió Juan Sebastián: “tener una idea no es más importante que publicarla”, es por esta razón que las publicaciones tienen tanto peso a las hora de clasificar instituciones e incluso las personas.
¿Alguna vez se han fijado en el ranking de las universidades?, ¿se han preguntado qué aspectos tienen en cuenta al evaluar una institución de educación superior? Pues bien, además de calificar la calidad de los profesores, las instalaciones, el ECAES y la acreditación, el número de publicaciones es uno de los ítems que más tiene peso. Las publicaciones son el principal aporte al conocimiento que una institución puede hacer, son sinónimo de responsabilidad, profundidad y calidad.

Así, si comparamos en la base de datos Scopus, podemos notar que en Colombia la Universidad Nacional tiene 22030 documentos, la Universidad de Antioquia 11256, la Universidad de los Andes 8934, la Universidad del Valle 6676, la Universidad Javeriana 4990, la Universidad Industrial de Santander 3770 y la Universidad del Rosario 2492; mientras que en el exterior, la Academia China de las Ciencias 666650, la Universidad de Tokyo 315692, la Universidad de Toronto 304634, la Escuela de Medicina de Harvard 275097, la Universidad de Oxford 251410, el Instituto Tecnológico de Massachusetts 234784, la Universidad Nacional Autónoma de México tiene 95457, la Universidad de Buenos Aires 62193 y la Universidad de Chile 41858.
Esto pone en una situación crítica a la educación en Colombia y deja ver que incluso a nivel latinoamericano estamos mal. ¿A qué se debe esto? Sobre todo a la falta de inversión en la educación, al ponerla en un segundo plano, al dejar a un lado la investigación e invertir en infraestructura, al no darle tanta importancia a la publicación puesto que esta no deja las suficientes ganancias, entre otros factores que permiten afirmar que en Colombia a la educación le hace falta calidad.
En cuanto a las publicaciones, otro a punto a tener en cuenta es el índice H, un sistema propuesto por Jorge Hirsh, que evalúa a los investigadores dependiendo del número de publicaciones y las citas recibidas, con lo cual se puede medir la calidad del autor.
Sin embargo, esto ha generado una mafia de las publicaciones. Existe una técnica llamada Salme, en la cual los investigadores se citan entre sí o se colocan entre ellos como coautores de un paper para aumentar el índice H. Scott Sadowsky, lingüista de la Universidad de La Frontera afirmó que “Mientras más se utilice un indicador cuantitativo en la toma de decisiones, más probable es que el uso del indicador distorsione y corrompa el mismo proceso que pretende medir”. Esto ha dado lugar a malas prácticas, a publicar por prestigio y no por la ciencia y el conocimiento, a manipular datos y resultados, a plagio y falta de calidad.
Cada vez hay más lectores, por esto, un paper debe ser riguroso, entendible, original, debe estar verificado por pares, sustentado, explicado y demostrado. Está destinado a ser publicado, es inédito, reporta resultado a la comunidad científica y puede ser reproducido.
Según el Manual de Publicaciones APA, existen diferentes tipos de artículos académicos en relación con el contenido, los cuales pueden ser útiles a la hora de realizar un paper como un tesis de grado o una investigación:
Artículo empírico: Son informes de investigación originales e inéditos, contienen una introducción en la cual se localiza el problema, los antecedentes y la hipótesis, un método, resultados, análisis y comentarios para sintetizar la investigación.
Reseña literaria: Evalúa de manera crítica contenidos publicados, los cuales incluyen un definición del problema, síntesis de la investigación que la precede, menciona relaciones, comparaciones, diferencias respecto a revisiones anteriores y además sugiere los pasos para resolver el inconveniente del material.
Meta-análisis: Es un método de investigación destinado a ser publicado, que combina resultados de contenidos ya publicados para llegar a conclusiones y análisis de los mismos. De esta manera, evalúa tendencias, investigaciones, sintetiza, contextualiza y categoriza la información.
Artículo teórico: Son aquellos que están basados en investigaciones ya existentes. Tienen como objetivo avanzar o desarrollar una teoría propuesta con anterioridad. La información es empírica y pretende ampliar teorías.
Artículo metodológico: Presentar diferentes métodos o modificaciones de estos. Ofrecen datos metodológicos que pueden ser aplicados posteriormente, igualmente, permiten comparar estrategias y presentan material complementario
Estudio de caso: Es un informe que se obtiene a partir de la observación y el análisis de ciertos fenómenos como sujetos y grupos de personas. Presentan claramente la problemática así como su posible solución.
Otros artículos: Informes breves sobre investigaciones realizadas, reseña de un libro, obituario (comentario sobre una persona fallecida recientemente), comentarios y réplicas sobre contenidos ya publicados, cartas al editor, entre otros.
Por último, no olviden que las publicaciones son aportes al conocimiento que reflejan la calidad de un investigador o de una institución. Por lo tanto deben ser confiables, rigurosas, originales y deben estar basadas en investigaciones o fuentes verificadas por pares académicos. Igualmente se debe tener en cuenta el manual de estilo indicado, en este caso APA. Recuerden que no son normas, esto simplemente es un imaginario colectivo que se ha creado con los años pues se han considerado como imposiciones. Sin embargo, esto simplemente es un manual con recomendaciones a seguir a la hora de realizar una investigación, citar y referenciar.
Por último les quiero dejar esta frase de Albert Einstein para que reflexionen un poco: “la mente que se abre a una nueva idea jamás volverá a su tamaño original”
Y los tips de la semana son...
Pongan en práctica la parábola del buñuelo: dejen reposar su texto por lo menos dos horas y vuelvanlo a revisar, encontrarán errores que antes era imperceptibles.
Usen Google Académico y las bases de datos de la Universidad. En la Biblioteca hay diferentes talleres para aprender a usarlas. Por acá les dejo el link de las capacitaciones: http://www.javeriana.edu.co/biblos#.W3CA4ugzbIU
Notas:
Isaac Newton (1642-1727): físico inglés conocido entre otras cosas por la ley de la gravitación y la teoría corpuscular de la luz.
Robert Hooke (1635-1703) científico inglés reconocido por sus estudios en elasticidad, mecánica de sólidos y por ser parte de la creación de la Royal Society, la primera sociedad científica de la historia.
Nicolás Copérnico (1473-1543) astrónomo polaco del Renacimiento conocido por la teoría heliocéntrica.
Galileo Galilei: (1564-1641): astrónomo y físico italiano conocido por la revolución científica, la mejora del telescopio y fundamentar las bases de la mecánica y física moderna.
Stephen King (1942-2018): físico británico, conocido por sus estudios de la teoría de la relatividad, agujeros negros y fenómenos del espacio-tiempo.
Marín Mersenne (1588-1648) sacerdote, matemático y filósofo francés conocido por los números primos del siglo XVII)
Luis Vives (1492-1540) filósofo y pedagogo español, considerado como uno de los exponentes del humanismo renacentista.
Juan de Salisbury (1120-1180) autor y obispo de Chartres, destacado por sus escritos de la Europa del siglo XII.
Bernardo de Chartres: filósofo y canciller de 1117 a 1124 en Chartres, Francia.
Referencias:
https://www-scopus-com.ezproxy.javeriana.edu.co/search/form.uri?display=affiliationLookup
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5118443
http://www2.latercera.com/noticia/la-tirania-de-las-publicaciones-academicas/
https://www.las2orillas.co/sabian-esas-tales-normas-apa-no-existen/
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